hacer un discípulo
Cristo nos encargó la responsabilidad de hacer discípulos a todas las naciones.
¿Cómo se hace? ¿De qué forma puedes lograrlo?
Está de moda en la iglesia hablar sobre "el discipulado". ¿Qué dice la Biblia sobre esto?
Es necesario tener los conceptos claros para no sólo ser discípulo, sino también hacer discípulos junto a otros.
Jesucristo es el Salvador del mundo. ¡Gloria a Dios! También la Palabra dice que Jesús es el Señor. ¿Qué significa esto?
¿Por qué es importante?
¿Qué tiene que ver con el discipulado?
Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” No obstante, para muchos creyentes, la Biblia es sólo un hermoso adorno en sus bilbiotecas. Es necesario enseñar al nuevo discípulo cómo autoalimentarse de la Palabra de Dios.
Hablar con Dios es un increíble privilegio.
El nuevo creyente necesita aprender cómo acercarse al “trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
Muchos tienen la costumbre de tener un tiempo a solas con Dios cada día como una piedra angular de su vida cristiana.
Pero hay preguntas para el nuevo creyente:
¿Cuándo hacerlo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué?
“Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien.
No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros...” (Hebreos 10.24-25)
¡Muchas veces esto es más difícil de lo que uno esperaba! Pero es imprescindible para la salud espiritual del creyente a lo largo de su vida.
Es un privilegio y una gran responsabilidad extender el reino de Dios, compartiendo lo que Dios nos ha dado por medio de Jesucristo. ¿Cómo debemos entender esto y hacerlo bien? “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. (Mateo 4:19)
En esta sección, daremos respuesta a muchos interrogantes vinculados a la vida cristiana:
¿Cómo organizar un taller para tu Iglesia?
¿Por qué Dios permite el dolor?
¿Dios nos castiga?
¿Cuál es el propósito de las pruebas?