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De repente te han pedido liderar un grupo o ministerio.

¿De qué manera puedes conocer y ejercer tu liderazgo espiritual? 

¿De dónde sacan fuerzas y nutrición estos grandes árboles? De sus grandes raíces que nadie ve debajo de la tierra.

Cristo en el Sermón del Monte también habla de la importancia de nuestra vida en lo secreto. ¿Cómo está tu vida privada con Dios?

¿Qué sistema de raíces tienes en Cristo?

Sin estar fuerte en el lugar secreto, ¿cómo vas a perseverar en la obra que Dios te ha confiado hacer?

Las personas casi nunca abandonan el ministerio por falta de conocimiento o habilidades.

La mayoría de las veces, es por dificultades en las relaciones con los otros o problemas en su carácter.

Con frecuencia, puede observarse que las personas heredan patrones de comportamiento de sus familias que siguen perjudicándolas aún después de haber conocido al Señor.

Cristo quiere traer una transformación en nuestra forma de ser que resulta en bendición en todas nuestras relaciones con los demás.

¡Qué privilegio tenemos de ser embajadores de Cristo! Sin embargo, hay muchos creyentes que no logran alcanzar la capacidad de explicar sencillamente el mensaje básico del cristianismo.

Mucho menos saben cómo hacer un discípulo.

¡Este es nuestro llamado de Dios!: no sólo cumplir con asistir una iglesia y servir allí, sino también acercar vidas a Dios en la vida cotidiana.

¿Te encuentras en una posición de liderazgo?

Es una responsabilidad muy grande, y algún día Dios va a pedirnos rendirle cuentas.

Gran parte de nuestra tarea es guiar a las personas con la visión que Dios nos da.

Pero hay patrones de liderazgo que hemos recibido y no son de Dios, que producen malos resultados. Es necesario aprender a caminar por nuevos senderos en nuestro liderazgo.

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